27 de noviembre de 2008

Otoño en la montaña

Este fin de semana pasado, estuve de nuevo en mi hábitat natural: la montaña. Y siempre he dicho que el verano allí es especial, y también la primavera, como ya os he contado aquí con anterioridad… pero definitivamente, me gusta más con frío, como ahora en otoño, o aún mejor en invierno…

El domingo no nevaba en la montaña, estaba a punto de llegar el temporal de frío y nieve, que me consta que ya esta allí, inundando las calles con un manto blanco.
¡Qué bonito! y qué especial es ese ambiente gélido de la montaña. Sí, me gusta. Lo mejor de todo es el frío, que a parte de meterse hasta en los huesos, te hace respirar un aire más puro que nunca… un aire congelado, pero que te purifica de arriba a abajo. Y esa sensación de ir con ocho capas encima, recorriendo las calles mientras el frío te corta la cara y el aliento… me encanta! ¿Me estaré convirtiendo al masoquismo? No creo…

Lo bueno de todo esto, es que aún es otoño… así que, os podéis imaginar como es el invierno en la cordillera cantábrica… Cuando me anime a ir, y esté físicamente preparado para soportar temperaturas de diez bajo cero (o más...), os lo contaré. ¿Y cómo es el otoño en la montaña? Os estaréis preguntando… porque es lo que os venido a contar, al fin y al cabo. Pues el otoño en la montaña es muchísimo peor que el invierno en cualquier parte de la mitad sur de la península. Bueno, tampoco os he descubierto nada nuevo.
El otro día, hacía relativo buen tiempo, al menos hacía sol, pero aún así teníamos cero grados. No se estaba mal… a pesar del viento.

Cada vez que vuelvo allí, siempre intento pisar de nuevo por los caminos de tierra, saltar los charcos, subir cuestas interminables, cruzar arroyos, correr por el campo… y esta vez no iba a ser menos. Los paisajes que descubrí este fin de semana, eran tan bellos como siempre… lástima que no pudiera retratarlos
todos, porque se me hizo de noche, y la falta de luz me obligó a
volver a casa. Me gusta pasear por los montes en soledad, alejado del escaso ruido del pueblo, imaginando lo que me espera en cada curva del camino: un ciervo, una liebre, o una ardilla encaramada a la rama de aquel árbol. Me cautiva pensar que estoy solo en ese micromundo, cosa nada difícil de imaginar, por cierto. Me encanta tener todo el aire para mí, toda la tierra a mis pies, los árboles desnudos en el horizonte, y nada que me perturbe, salvo el relinchar lejano de los caballos…

23 de noviembre de 2008

Ángel caído

No soy un Ángel, aunque siempre me han llamado así. Y a mis 37 años, no tengo nada más en la vida que no sea a ti, no tengo ninguna aspiración, nada más que hacer que no sea vivir encerrado en esta habitación.
Como bien sabes, no soy un triunfador, nada más lejos de la realidad, soy todo lo contrario, desde aquel día en que no sonó el despertador…Y aunque todo ésto ya lo conoces, te voy a contar mi relato de supervivencia, quiero que sepas como yo lo viví, como he llegado hasta aquí. Te voy a contar mi historia, la de una vida sin vida, la de un hombre sin destino, la de una persona sin sentido, la historia, de un ángel caído.

Todo empezó aquel día de verano de hace 20 años, en el que mi vida cambió. Seguro que lo recuerdas como si fuera hoy. Hasta entonces, yo era un chico modelo: buen estudiante, educado y respetuoso, todo lo que una madre podía desear. Nuestra familia no era ejemplar, pero sabes que siempre nos quisimos mucho, a nuestra manera. Nunca ha sido fácil ser el mayor de cuatro hermanos, y más si todo lo que te rodea son mujeres… era un caos vivir con tres hermanas, con el eterno anhelo de una figura paterna, y cuidando de las niñas hasta que estuvieron creciditas. Pero llegó un día, en que todo lo de mi alrededor me dio igual.

Ese fatídico día no me desperté. Para mí, era el día en que comenzaría a realizar mis sueños. Me tenía que levantar muy temprano, para llegar puntual a mi cita. Pero el despertador no sonó nunca. Ese fue el comienzo del fin, de nuestro fin.
Cuando abrí los ojos, bien entrada la mañana, pensé que era una pesadilla, pero no, el tiempo había pasado y yo seguía en la cama, ¡ni siquiera mi madre me había despertado! pensaba yo… el día más importante de mi vida… Y no pude presentarme a mi cita. Y jamás lo haría… Había perdido mi oportunidad, y había dejado escapar el momento de hacer la selectividad.
Aquel día de junio maldije todo lo habido y por haber: al despertador, al sueño, a los nervios, incluso te maldije a ti, mamá, en la que siempre había confiado, y que ahí me fallaste, o al menos eso es lo que pensé en aquel momento.
Desde ese día nada fue igual. Tú y yo apenas hablábamos, ambos sabíamos que había ocurrido algo inexplicable entre nosotros, la pérdida del vínculo que nos unía, y que ya no estaba… Dejamos de lado las frases para pasar a los monosílabos… Y así, desde ese día, nunca volvió a ser lo mismo.

Ese año pasó en blanco, sin nada que hacer, sin nada que decir. Mi habitación se convirtió en un fuerte del que no quería salir. Pasaba noches llorando, sin saber exactamente porqué, supongo que por aquel día en que todo se truncó, por los días que le siguieron, porque no hablaba con nadie, y porque veía que todos cumplían sus sueños menos yo.
Se convirtió en rutina, el salir de mi habitación cuando la casa estaba vacía, y cuando había gente me sumía en mis lecturas, mi música, mi cama, mis cuatro paredes.
Llegó junio de nuevo, y otra oportunidad de hacer la selectividad pasó, como un año atrás, y como en septiembre anterior. Hice oídos sordos a unos consejos que no quería, y ni siquiera me planteé retomar los estudios para esta vez intentar cumplir mis sueños. Todo eso fue culpa mía, yo ya no quería seguir adelante con nada, porque la mejor oportunidad la había dejado pasar, y en el fondo pensaba que no me merecía otra.

Y lo demás fue rodado. El encierro fue progresivo, cada vez más radical. Los años pasaban entre las paredes de mi cuarto, las canas empezaban a aparecer, y las arrugas alrededor de mis ojos delataban el paso de un tiempo no vivido. Estaba ya en la treintena, sin apenas saber nada del exterior. Aislado del mundo, viviendo en el mío, y sin que nadie pudiese hacer nada para convencerme de que ésto no era una vida, sino una muerte… Sin que ni siquiera tú, mamá, pudieras sacarme de aquí, aunque lo intentaras…
Llegué a extremos insospechados incluso para mí. Jamás pensé que un simple despertador, me llevara a aquella situación. Dejé de lado a la gente que me quería. Olvidé a mi familia, en una época en la que sólo el tabaco y las pastillas me hacían perder la conciencia de todo, y me ayudaban a soportar mi miserable vida.
Y lo siento, siento todo lo que os he hecho sufrir. Siento no haber sido el buen hijo que todo el mundo decía que sería, siento no haber sido un buen hermano. Mis hermanas se casaron y yo no asistí. Mis hermanas me hablaron, y yo no respondí. Todos intentasteis ayudarme y yo no me dejé. Lo siento.
Pude hacerlo de otra manera, pero no quise. Pudo no afectarme tanto la caída, pude levantarme y seguir, pero yo no lo hice. Tuve miedo de la gente y no lo afronté. Fue más cómodo quedarme en la penumbra y ocultarme como una rata en la alcantarilla. Lo siento, nunca he merecido vuestro cariño, vuestro amor.

Y después de todo ésto llegamos al día de hoy, 23 de noviembre, día en el que estoy aquí escribiéndote mi historia. Y hoy decidí hacer algo por mi vida, decidí dar el primer paso para cambiarlo todo, y es contarte lo que sufrí, mostrarte lo que sentí. Perdóname, mamá.
Esta carta es para ti. Para quien me dio la vida, para quien vio como yo mismo la desperdiciaba, para quien intentó hacerlo todo y no consiguió nada. Para ti mamá, porque aunque ese día no me despertaras, he sido yo el que se ha dormido en la nada, el que no ha querido salir de este pozo que le ahogaba. Tan sólo yo mamá.
Aquí te dejo mi carta, mi historia, mi vida, tal y como no la quise vivir, desde el punto de vista de este hombre perdido, desde la mirada de este ángel caído.
Me voy, pero antes quería pedirte perdón y explicarte porque hice lo que hice. Es hora de hacer algo por mi vida, y cambiar la tuya, apartándote de este sufrimiento que comenzó aquel día.
Hasta siempre mamá. Te quiero.


Ángel metió la carta en un sobre. La dejó sobre la cama, al lado de una foto de la que siempre ha sido su familia. Abrió la ventana, y Ángel se lanzó al vacío. Intentó desplegar sus alas, pero en el fondo él sabía que no era un ángel, aunque siempre le hubieran llamado así.

Esta historia está inspirada en hechos reales.
Espero que el verdadero Ángel nunca acabe así.

20 de noviembre de 2008

Una foto especial...

Esta vez por partida doble, desde los blogs de X y Sandra, me llega la oportunidad de hacer ésto (es que no me ha quedado claro si es un meme, un premio, o qué narices…) que consiste en postear una imagen especial para ti. Y he aquí mi foto especial. Por lo que es, y por lo que significa.


Esta foto es de mi difunto perro Marcos; sí, tenía nombre de persona, ¿Qué pasa? Era un amor de animal. Creo que aún no había hablado de él, o al menos no le había dedicado un post como se merece. Así que, esta entrada sirve de homenaje, al perro más cariñoso, obediente y educado, que he conocido en toda mi vida. Era un perro mestizo, sin raza, como prefiráis llamarlo… Era un cruce entre otros cruces, pero tenía un algo especial que lo hacía diferente a todos los demás perros. Cuando todos ladraban por ladrar, él sólo lo hacía con motivo. Cuando todos se comportaban instintivamente, él se comportaba de un modo racional, muchas veces parecía una persona…

Marcos ya nos dejó el año pasado, pero todavía lo recuerdo cada vez que miro sus fotos jugando, corriendo, moviendo su cola… y sonriendo. Porque lo de este perro era algo extraño… siempre tenía un semblante agradable, como esbozando una sonrisa, o al menos, esa era mi teoría.

Pues nada más por el momento, ésta era mi foto especial… Podía haber puesto muchas, de muchos momentos con mi familia, con mis amigos, fotos chorra de cosas inverosímiles, que tienen gran valor para mí, no por la foto en sí, si no por todo lo que significan. Pero me he decidido por ésta, porque del mismo modo, no sólo es lo que es: un precioso perrito encandilado por el objetivo de una cámara; si no todo lo que simboliza: el recuerdo de la única mascota que he tenido en mi vida, la añoranza de sus lametones y sus cariños, de su pelo suave entre los dedos… La nostalgia de saber, que nunca lo volverás a ver…

Y al igual que los que me preceden, esta vez voy a nominar a quienes quiero que lo hagan: La pequeña Candi, Ayla, Nebulina, Centollo mecánico y Latita de almendras. Me gustaría que mostrarais vuestra imagen especial…

18 de noviembre de 2008

Contigo no... bicho!

La verdad es que yo lo descubrí hace sólo un par de días, gracias a un amigo, si no, yo no hubiera dado con este tremendo video. Igual algunos ya lo conoceis, pero a otros despistados como yo, que aún vivís en el desconocimiento, yo os abriré los ojos.

"Contigo no, bicho", es ya un clásico de Youtube. Os pongo en antecedentes: Tras una noche de juerga de un grupo de estudiantes, y en plena resaca, a uno de ellos se le ocurre grabar a su compañero, que tuvo una experiencia traumática la noche anterior. Lo que ocurrió es que una chica (Chewaka) le rechazó, le dijo que no quería nada con él... pero lo peor fue cómo se lo dijo: Le llamo bicho!! Tremenda hija de una hiena!! ¿Como le pudo llamar bicho? ¿Que necesidad había? Lo mejor es la manera de contarlo del muchacho en cuestión. Juzgad por vosotros mismos.


16 de noviembre de 2008

Un aleph en un rincón...

Alguien me puede decir con conocimiento de causa… ¿Qué es un aleph? Llevo un rato dando vueltas por la red intentando dilucidar que es un aleph, y me he enterado de más bien poco. Parece ser que es un personaje de un cuento de Jorge Luis Borges, y poco mas sé…

Esto viene a colación de las miles de escuchas que llevo de una canción que lleva este nombre (X sabrá de lo que hablo antes de seguir leyendo…) Pues sí, se trata de “El aleph”, la canción número 7 del disco Retales de carnaval, de Nena Daconte, que ya había alabado anteriormente aquí en mi blog. Ahora no puedo deshacerme de esta canción, me acompaña a todas horas: la canto en la ducha, la tarareo entre clase y clase, la silbo mientras camino, la escucho en el bus, en el coche, e incluso en este mismo instante… y es que es, sin duda, una de las mejores canciones de cuantas ha escrito esta chichilla llamada Mai… apuesto a que será el próximo single. Además, ella misma ha dicho que si tuviera que escoger una de todas las que ha compuesto, se quedaría con ésta. Así que por algo será…

A parte de ésto, he tenido que lidiar con la curiosidad de que era un aleph, que por unas o por otras nunca me había acordado de buscarlo, y hoy que lo hago no encuentro nada concreto… Vale, que es un personaje de un cuento, pero ¿qué es? Por lo que tengo entendido, el aleph es un personaje que cuando aparece, ayuda a ver con más claridad el mundo a tu alrededor, otros puntos de vista... o te da una visión objetiva acerca de ellos. Además, el aleph parece estar relacionado con la eternidad y el infinito. Vaya usted a saber…

Pues esto es lo único que he podido encontrar de este ser o lo que quiera que sea, que salió en un rincón un buen día, y desde entonces Mai perdió su corazón, no sabe dónde está, dónde se ha ido a derrumbar… Si alguien sabe de él, o del aleph, que me lo diga, y me saque de estas dudas que me acechan. Ahí os dejo la canción, por si ayuda en algo… Eso no sé, pero bonita, un rato…

13 de noviembre de 2008

¿Soy yo?

Es una pregunta retórica, aún no me he atrevido a contestarla… Pero lo voy a intentar con un nuevo test, y no sé cuantos van ya… la verdad es que no llevo la cuenta… Se trata de decir como soy YO, completando el predicado de cada oración de la lista, que ya cuenta con un sujeto invariable, y su verbo correspondiente. Me gustaría que lo hicierais algunos de vosotros, a ver que os parece… Yo me dispongo a ello:

- Yo tengo… un blog que no me merezco!
- Yo digo… o suelo decir, lo que pienso en cada momento.
- Yo pierdo… o estoy perdiendo la cabeza… (o ya la he perdido…)
- Yo necesito… a mi gente. No soy nadie sin ellos.
- Yo debo… estudiar para los parciales!! Pero no lo estoy haciendo…
- Yo temo… a pocas cosas en esta vida… Vamos, que soy un valiente! No, en serio, le temo a la muerte.
- Yo creo… que el futuro no está grabado a fuego…
- Yo … que hay gente con la que siempre podré contar en mi vida, que nunca me fallarán.
- Yo lloro… más bien poco… y debería hacerlo más para liberar toxinas…
- Yo canto… en la ducha muy a menudo.
- Yo río… todo lo que puedo! Si me ves y no tengo una sonrisa en la boca, algo me pasa…
- Yo miento… sólo a veces… xD
- Yo vivo… de las pequeñas cosas, de cada pequeño momento…
- Yo bebo… sólo en ocasiones especiales…
- Yo pienso… luego existo… o ¿existo porque pienso?
- Yo escucho… a todo el mundo. Una de mis cualidades, y no porque yo lo diga, es que sé escuchar…
- Yo como… cuatro o cinco veces al día… siempre que puedo no me salto el aperitivo de media mañana, o una buena merienda.
- Yo disfruto… con mi familia y amigos.
- Yo aprendo… en cada esquina. El destino te sorprende dejándote una válida enseñanza, cuando menos te lo esperas.
- Yo olvido… o intento olvidar las cosas malas, para quedarme con las buenas.
- Yo hablo… por los codos! Pero lo dicho, también sé escuchar.
- Yo compro… más de lo que debería, pero sin llegar a caer en el consumismo barato… (o caro)
- Yo veo… que voy a llegar al final de este test agotado! ¿No se acaba ya?
- Yo quiero… estar bien, ser feliz, y tener una vida normal, en la que si fuera posible, todos cumplamos nuestros sueños.
- Yo siento… que la vida me debe muchas cosas…
- Yo soy… yo. El que habla y escribe. YO…popolin.

10 de noviembre de 2008

Retales de amor...

Este fin de semana me dió por ver una película que tenía desde hace tiempo en pendientes, y me sorprendió gratamente. Se trata de París Je t´aime, un film compuesto de unas cuantas historias, cortos de unos cinco minutos, acerca del amor, que suceden en distintos rincones de París. Como podréis imaginar, ya sólo por el marco en que se desarrolla merece la pena ser vista.

Este film tiene la ventaja de que son porciones de vida, son relatos cortos, que se ven con facilidad. Por contra, tiene el inconveniente de que algunos cortos son muy buenos, y otros verdaderos fiascos, y por ello desluce sobremanera la obra al completo. Cada historia tiene diferentes personajes, y esta rodada por distintos directores, con la participación de estrellas de todo el mundo... y entre ellos, hay españoles: Leonor Watling y Javier Cámara, que participan en el corto de Isabel Coixet (Uno de los mejores, por cierto). Pero yo me voy a quedar con dos historias, las dos que más me han gustado a mí, y que las voy a compartir con vosotros.

La primera, es la historia escrita y dirigida por los hermanos Coen, que me encantó por lo fresca y divertida que es, y por un genial Steve Buscemi, que soporta todo el peso de la trama. Muy graciosa.
Y la segunda, que es la que dirige Tom Tykwer (conocido por El perfume), y para mí la mejor de todas, por el ritmo trepidante del relato, por lo original, por su belleza artística, y por el desenlace inesperado.
Espero que disfruteis, en pocos minutos, de estos retales de amor...

‘Tuileries’, escrito y dirigido Joel y Ethan Coen.

‘Faubourg Saint-Denis’, escrito y dirigido por Tom Tykwer

7 de noviembre de 2008

Discriminación positiva

Lo primero que quiero dejar claro, es que yo estoy en contra de cualquier tipo de discriminación, ya sea racial, por cuestión de género, o por tendencias sexuales, y también por supuesto estoy en contra de la discriminación positiva, que es lo que me toca de cerca en estos momentos…
A mí no me parece bien que las mujeres ganen menos por desempeñar el mismo trabajo que un hombre, como así ocurre muchas veces. Tampoco querría ver como muchos inmigrantes se sienten desplazados, e incluso insultados en ocasiones, solamente por ser de otro país o raza. Lo mismo ocurre con las personas homosexuales, que aún tienen que aguantar miradas maliciosas, o murmullos que no dicen otra cosa que no sea maricón. Por todo ello, tampoco me gusta ver, como le dan un puesto de trabajo a un sordo, por el mero hecho de serlo. Y eso es lo que ha ocurrido en mi clase, o al menos, es lo que nos parece a nosotros…

Resulta que esta semana nos han presentado al nuevo profesor que han contratado para una asignatura troncal, (Ordenación el territorio, para más señas). Y cuando llegó y empezó a hablar, parecía que se trataba de una cámara oculta, broma de mal gusto, o similar. Yo no dudo de las capacidades de este jovenzuelo, que las tendrá, muy escondidas, pero seguro que las tiene. Seguro que domina muy bien el tema en que desarrolla su profesión, y está harto de gestionar proyectos de ordenación territorial, tampoco lo pongo en duda. Pero si no vales para estar en la palestra dando clase, lo siento mucho, amigo, pero no vales…
Aún me sigo preguntando por qué le contrataron… ¿Se supone que él era la mejor opción? Permitidme que lo dude…

Bueno, después de todo ésto, aún seguís sin saber que ha hecho este chico para que yo hable así de él, y la verdad es que hacer hacer, no ha hecho nada, culpa suya no es. Lo que me revienta, es que estamos casi convencidos en clase, que lo han contratado porque está sordo. Bueno, mejor dicho, por considerar su falta auditiva como una cualidad más del muchacho, en este mundo de denuncias continuas, por racismo, homofobia y discriminación varia, la mayoría con toda la razón, por supuesto.
El caso es que lleva un Whisper XL (los de mi quinta os acordareis de él) en cada oreja, y con ellos escucha más o menos bien lo que le dices, aunque no siempre. Pero ésto es lo de menos, lo más grave, es que él no se debe oír muy bien su propia voz (esa es mi teoría) porque no vocaliza, no pronuncia, parece que le cuesta mover los labios o abrir la boca para emitir sonidos, y todo ello acompañado de un tono de voz muy bajo, os podéis imaginar. Igual él piensa que habla alto, pero creedme ¡¡no lo hace!! Por ejemplo, ayer llegó a clase y debió hacer una broma, porque él se reía… pero los demás no nos enteramos de nada. Yo le entendí: “·@#¬€¬&l?’¡ioe*+jkfd<##j¡¿? barriga” ¿os podéis creer que sólo logre percatarme de “barriga”? Pues nada, nos quedamos sin saber qué quiso decir.

Y al final ¿qué es lo que ocurre? Pues que tomar apuntes en esa clase es una tortura, siempre te estas preguntando si le habrás entendido bien o no… Además, ha venido el tío exigiendo y dando caña. Las presentaciones de Power point que usan todos los profesores para dar la materia, te las dejan siempre colgadas en la red o las puedes conseguir en fotocopiadora. Pues bien, éste se permite el lujo de no dejarnos las diapositivas, porque no le sale de las narices. Además el primer día dijo que él preguntaba mucho, porque prefería no hablar demasiado… pues nada hijo mío, ser profesor es la profesión idónea para no hablar en público…
En fin, que me hierve la sangre con este tema. Para mí un claro ejemplo de discriminación positiva… tan reprochable y lamentable como las otras. Pero éste es un tema muy polémico, en agrio debate... ¿Vosotros qué opinais?

4 de noviembre de 2008

Cosas del karma...

Después de mi relato del constipado, del que ya estoy casi recuperado, hoy voy a cambiar de aires con una entrada repleta de humor. Humor gamberro y surrealista de una serie, que empecé a ver hace un par de semanas, por las muchas recomendaciones que le precedían… y la verdad, es que no me ha defraudado. Os hablo de Me llamo Earl, una grata sorpresa, una serie fresca y divertidísima!

Estoy en el ecuador de la segunda temporada de la serie, y es que no paro de reírme. Como ya sabréis, o sino os lo cuento yo, la serie tiene como punto de partida a un chico malo, en este caso Earl, que un buen día descubre accidentalmente el karma, ese misterioso ente efímero que lo impregna todo, procurando justicia divina al mundo entero. Resulta que Earl se da cuenta de que durante toda su vida se ha portado mal, y decide hacer una lista con sus malas acciones, para intentar enmendarlas. Ya os podéis imaginar, a cada cual más disparatada. Y de ahí surgen un montón de aventuras que rodean a unos personajes llevados al extremo, pero con un carisma indescriptible. Desde el mismo Earl, pasando por su hermano medio lelo, pero de buen corazón, Randy; la asistenta latina Catalina, o la ex-mujer de Earl, Joy, que para mí es el personaje más logrado de la serie. Es brutal lo que puede llegar a decir esta mujer, con su aire de violencia incontrolable y su verborrea arrabalera; todo ello mascando chicle con la boca abierta como nadie. Como os digo, mi personaje favorito…

Por todo ello, he decidido recopilar algunos fragmentos y frases de esta ya mítica serie, para que os animéis a verla los que no lo hayáis hecho, y para que recordéis los momentazos que hemos vivido, los que ya la estéis disfrutando. He aquí otra obra maestra de la televisión actual.

Tened en cuenta que leído pierde, pero si os lo imagináis en imágenes en movimiento, gana muchísimo! Lástima que no pudiera encontrar los videos para plasmarlos aquí. Sin más dilación, os dejo con esta hilarante recopilación. Seguro que el karma me lo agradecerá.

A Earl se le aparece en sueños un muerto y le dice a su ex-mujer: “Joder Joy, es que se me aparece en sueños”. A lo que su ex responde: “Es tu conciencia, idiota! Ignórala! Es lo que hacía yo cuando te ponía los cuernos”
Catalina, la criada latina, con antecedentes familiares más que dudosos sentenció, a cuento de que Earl se había acostado con la madre de su amigo: “A los hombres no les gusta cuando otro hombre duerme con sus madres. Por eso es que mi hermano mató a mi padre.”
Acerca de este mismo tema, Earl dijo: Si hay una lista de las 10 cosas que un hombre nunca quiere discutir con otro hombre, apuesto a que “Lo siento, me acosté con tu madre” está en el número dos; justo después de “Lo siento, me acosté con tu padre”.
Randy, en una de sus deducciones mentales (hay que tener en cuenta que es especialito) dijo: “No es divertido ser ciego. ¿Por qué Stevie Wonder siempre está sonriendo? Tal vez él no vea que está sonriendo…”
Earl encuentra a su mujer con la nevera abierta intentando refrescarse en un día de calor, y dice: “¿Qué haces? ¿No sabes que hay una cosa llamada calentamiento global, que hay que frenar?” A lo que su ex mujer responde: “Y qué crees que estoy haciendo, idiota!”
Joy lleva a su gato a una feria de mascotas, y lo examinan. Cuando ve que están mirando el culo de su gato, Joy pregunta: "¿Qué coño mira en el culo de mi gato? ¿Quiere saber si caga? ¿Le traigo un zurullo?"
Earl, a su amigo gay, cuando intenta darle clases para comportarse como un machito, le brinda una lección insuperable: “Nunca digas mega, sino va seguido de watio.”
Joy, al conocer que su abogada es sorda, soltó: “Discúlpeme, pero no quisiera una abogada cuyas orejas sólo sirven para llevar las gafas… no es nada personal…” todo ésto, con una sonrisa. Que mujer!
Randy, se adentra en el mundo de la zoología con esta pregunta acerca de las lombrices: “¿Las lombrices tienen culo? Porque si lo tienen es igualito que la cara…”
Randy, al ver que su hermano tenía un ordenador portátil robado, se sorprendió, y dijo: “Ala! una máquina de porno!!”
Joy, después de fumarse unos cuantos cigarrillos, para coger las cenizas, y hacerlas pasar por las de una muerta, casi la descubren cuando encontraron una colilla en la urna… pero ella salió airosa diciendo: “Es lógico que ahí haya una colilla, eso fue lo que la mató…”
Joy les trae a Earl y a Randy, unas pastas envenenadas para deshacerse de su ex. Randy va directo a por las pastas, y Earl le avisa: “No te comas las pastas, que están envenenadas.” Y Randy, dudoso, pregunta: “Pero… ¿mucho?”

2 de noviembre de 2008

Ahh-chooo!

Os escribo envuelto en una manta, teniendo frío y calor a la vez, con dolor de garganta, rodeado de pañuelos de papel y respirando por la boca, pues mis narices no dan más de sí, debido al taponamiento que manejo… Y es que, siempre me he preguntado: ¿De dónde salen tantos mocos? Parece ser que las inmunoglobulinas tienen mucho que ver en ésto, pero sigo sin enterarme al cien por cien. El caso es que con estos síntomas, ya sabéis lo que me ocurre… ¡que tengo un trancazo del tres! El primero de la temporada…

Siempre me ha gustado esa expresión “del tres”, no sé si es un término local o se dice por toda España…
Bueno, que me desvío del tema. El cambio de temperaturas parece haberme sorprendido de lleno: el viernes comencé a tener los primeros síntomas, y ayer por la noche ya no podía hacer ninguna inspiración…
Yo siempre he sido más de catarros de nariz, que de garganta, anginas o pecho, ¿Vosotros de cuál sois? Es como lo del Kas naranja o limón… En fin, que debo tener también fiebre y estoy delirando… Cuando lea la entrada al completo, seguramente no tenga mucha coherencia, pero hoy es lo que hay…
Pues eso, que a mí los resfriados me afectan más a las narices, con mocos que no paran de salir… aunque casi lo prefiero, porque tener mucha tos y dolor de pecho, me ha ocurrido alguna vez y se pasa francamente mal. Mi garganta también se ha visto afectada en esta ocasión, pero de momento sobrellevo el dolor.

Lo que más me fastidia de estos procesos gripales, es eso de que no me sepa la comida a nada… bueno, ni la comida, ni distinguir los olores, ni nada que se deba hacer con mi inservible napia. Como por comer, pero todo me sabe a la nada más insípida que os podáis imaginar…
Otro de los problemas, son los estornudos… que cada poco te viene uno, con la consiguiente liberación de microbios, si no tienes un poco de cuidado. Además, yo no soy de esas personas que pueden controlarlo… Hay gente que es capaz de “tragárselo” digamos… ya sabéis, esas personas, que estornudan con la boca sellada, y que no hacen ruido. Yo eso soy incapaz, me gustaría saber hacerlo, porque queda muy fino, pero yo no, yo a lo burro, cuando me viene un estornudo para mí es incontrolable, y... ahh-chooo!
Qué le vamos a hacer, no soy perfecto, y mis estornudos sonoros quizás me hagan más humano… (La bobada de las 13:15)

Pues os voy a ir dejando después de esta reflexión sobre los resfriados. Me voy a ir a por mi dosis de paracetamol en vena, y un poco de acetilcisteína, que nunca viene mal. Ya sabéis, la automedicación, es la base de nuestro sistema sanitario.