30 de abril de 2009

Por la patilla...

Ayer me fui de excursión a ver mundo, aunque siendo sinceros, no salí de la provincia de León. En una excursión organizada y pagada por la universidad, nos dirigimos a conocer una mina a cielo abierto que explota carbón, que se encuentra situada en la comarca del Bierzo.

Tras hora y media de trayecto, llegamos para ver con nuestros propios ojos la corta minera de Fabero (así se llama el pueblo), una impresionante y mastodóntica mina a cielo abierto, que nos dejó a todos con la boca abierta por las dimensiones de la misma. Maquinaria gigante, voladuras de fondo, y cientos de metros de excavación sobre la cota original; eso fue lo que nos encontramos cuando nos asomamos a la corta.
Pudimos presenciar en directo las obras de extracción y oír muy de cerca las explosiones que se llevan a cabo, tanto, que tuvimos que apartarnos para estar en “terreno seguro” por la inminente detonación de una de las zonas.

Además, vimos la restauración que se lleva a cabo en una mina a cielo abierto. Esta parte es la que más relacionada está con el área de medio ambiente, y la que más nos interesaba a nosotros. La recuperación y restauración del suelo devastado por la excavación se va a haciendo a medida que va avanzando la corta minera; se rellenan los huecos, se vuelve a poner un estrato completo de la tierra vegetal original, y se revegeta con gramíneas, arbustos y árboles, manteniendo la orografía inicial. El resultado, aunque no sea natural, es bastante bueno, y el impacto visual se reduce al máximo.

Como decía al principio, esta visita es una actividad complementaria a una de las asignaturas que curso este año. Y fuimos a gastos pagados, cosa que es habitual, ya que ya va incluido en las tasas de matrícula que religiosamente pagamos cada año. Lo que no va incluido, y jamás había pasado, es que nos inviten a un restaurante, a comer por la patilla… Resulta que en lugar de comer de bocadillo (yo al revés que el mundo, por lo que he podido comprobar) nos llevaron a degustar un exquisito menú, a un restaurante de postín. No el típico menú del día, no… Un señor menú! con aperitivos, entremeses, entrantes, paella, cordero asado, pollo de corral, postre, café, chupitos… Bueno, como si fuéramos de boda, pero sin el puro, y sin el vestido de gala…
Por cierto, sigo sin saber quién corría con los gastos…

En definitiva, un grato día de visita cultural… aunque estuvo nublado, hacía un poco de frío, y mucho viento. Pero todo no se puede tener en esta vida; cuando hay comida gratis, lo que menos importa es la meteorología.

27 de abril de 2009

La teoría del bocadillo

Hay pocas cosas en la vida que sean tan invariables como ésta que os expondré a continuación, porque es como el ADN, como el grupo sanguíneo, es algo que define a cada uno de nosotros, que no cambia. La mayoría de las veces lo hacemos inconscientemente, y quizás pocas personas se planteen ésto, quizás sea yo el único en la faz de la tierra que se ha percatado de ello… pero mis observaciones me han llevado a formular otra de mis teorías:

En el mundo hay solamente dos tipos de personas: los que comen el bocadillo hacia fuera, y los que lo comen hacia dentro. Y siempre, sin quererlo, lo cogemos igual, siempre comeremos el bocadillo según nos lo diga nuestro subconsciente. Y nada podremos hacer para cambiarlo.

Yo soy de los que comen el bocadillo hacia dentro. Esto quiere decir que la parte bonita la ponemos hacia nosotros, comemos los bocatas cogiéndolo con la base del pan hacia fuera, y nosotros engullimos cada bocado viendo el bocadillo en todo su esplendor.
Mientras que del otro lado, están los que comen el bocadillo hacia fuera. Es decir, la gente que pone la base del bocadillo mirando hacia sí mismo, y hacia fuera la parte superior del pan; una forma mucho más incómoda, a mi parecer, y por ello es la que menos abunda según mis cálculos.

Después de pasarme años examinando el comportamiento humano respecto a este tema, he de decir que mis estudios reflejan una clara prevalencia de los individuos de la primera clase, los que lo comen hacia dentro. Pero claro, aunque estos especímenes sean los que predominen, también he visto de los otros, siempre en menor porcentaje. Aunque algunos de vosotros piense que coge el bocadillo según le venga, de cualquier manera… No os engañéis! Siempre lo haréis de una única forma, aunque no os deis cuenta.

Ahora decidme, sin miedo a pertenecer a ninguna clase social… Vosotros, ¿de qué grupo sois? ¿Cómo coméis el bocadillo?
Espero y deseo que vuestras respuestas sirvan como ensayo concluyente de mis observaciones, la estadística definitiva que ratifique mi teoría, que pasará a formar parte de los anexos de este intrincado estudio sociológico, como prueba definitiva. He dicho!

24 de abril de 2009

Miel y limón

Como os habréis percatado, durante los últimos días he estado desenchufado del mundo, pero todo tiene un porqué. ¿Os acordáis del dolor de garganta del que hablaba en el post anterior? Pues el caso es que fue a más, y los caramelos de miel y limón que normalmente alivian mis males, esta vez no hacían ningún efecto. Además, mis narices se llenaron de mocos, no podía respirar… y el resto os lo podéis imaginar.

Hacía ya tiempo que no iba al médico por un simple resfriado, porque me conozco el percal. Pero esta vez estaba fastidiado, y decidí aventurarme a visitar al doctor, únicamente para corroborar mi teoría. ¿Qué cuál es mi teoría? Es la siguiente:

Acetilcisteína + paracetamol + beber mucho líquido = que pase el siguiente!

Y así fue. Una vez más, comprobé que no falla. Eso fue lo que me recetó tras revisarme exhaustivamente durante… dos minutos. Eso es lo que estoy tomando, y algo mejor sí que estoy… pero ya no sé que hacer con mi maltrecha garganta. El otorrinolaringólogo seguro que me recomendaría ajo y agua, que viene muy bien… Ah, bueno, y seguir con el paracetamol, por supuesto. Yo me sigo tomando los Pictolín de miel y limón de turno, que aunque no me valen para nada, están muy ricos… Perdón, me equivoco, si que sirven para algo, porque mientras disfruto de su fusión de sabores, me salen reflexiones de lo más pintoresco… como por ejemplo:

La vida es como un caramelo de miel y limón: dulce y amarga a partes iguales…
Ahí es ná!

20 de abril de 2009

24 horas

Últimamente no ando yo muy sobrado de musas para escribir relatos, describir momentos, o contaros historias graciosas… y por eso, en estas épocas de sequía literaria, en que ando falto de ideas, qué mejor manera de mantener un blog, que con los recurridos memes. Sí, han vuelto… tras un período bastante dilatado en el que no me había dado por hacer ninguno, os traigo uno nuevo, que de momento no he visto por vuestros blogs, así que ya sabéis… si no sabéis con qué actualizar un día de estos… hacedlo!

En este meme, se trata de responder a una serie de preguntas (menuda novedad, eh!) en relación a lo que habéis hecho en las últimas 24 horas. Es como describir un día de vuestra vida, respondiendo a unas simples cuestiones. Comenzamos:

¿En las últimas 24 horas, has…

- …Llorado? No, yo soy de poco llorar…
- …Ayudado a alguien? Sí, eso creo… aunque sea con una pequeñez, me parece que si.
- …Comprado algo? Sí, hoy por la mañana en el supermercado… y varios folios de papel tintado en reprografía. Lo que vienen siendo fotocopias…
- …Enfermado? Hombre, mi garganta está un poco pachucha… pero tirandillo.
- …Ido al cine? No. Aunque ayer vi una peli en casita, En América, bastante recomendable, por cierto.
- …Salido a cenar? No.
- …Escrito una carta? No. ¿Vale un mail?
- …Hablado con alguien que hace tiempo que no hablabas? No… bueno, sí! Por Internet, pero eso también vale, no?
- …Insultado a alguien? Sí, he de reconocerlo… jajaja.
- …Perdido algún amigo? No, de ayer para hoy no…
- …Tenido una conversación seria? No la recuerdo… así seria lo que se dice trascendental, no.
- …Abrazado a alguien? Oye, pues creo que no… tengo que dar más abrazos…
- …Peleado con un pariente? No.
- …Fumado un porro? No… yo soy de un sano… jeje.
- …Tenido un sueño? Sí, casi siempre me acuerdo de los sueños; hoy iba de Nutella la cosa… ¿por qué sueño tanto con comida?
- …Reído a carcajadas? Sí, esta misma tarde, entre amigos y al sol de primavera. Lo mejor.
- …Echado de menos a alguien? Sí, a mucha gente que vive lejos.
- …Cogido un tren? No. ¿Vale el autobús?
- …Conocido a alguien especial? No, creo que no.
- …Comido un helado? No. Antes dije que tengo la garganta mal, y no es compatible.
- …Bailado? No.
- …Terminado un libro? No. Aunque tengo un par de ellos pendientes de hacerlo.
- …Tropezado? Sí, esta tarde. Pero tropezar es distinto a caerse, eh!
- …Sacado alguna foto? Mmmm, no. En las últimas 24 horas, no.
- …Recomendado a alguien una película? Sí! Jajaja. Esta misma tarde… Slumdog y El lector para más señas. Conmigo, al final, siempre se acaba hablando de cine…
- …Revelado un secreto? Pues no lo sé seguro, pero yo diría que no.
- …Chateado? Sí.
-…Actualizado tu blog? Diría que no, pero claro al estar acabando esta entrada y postear, ya estaría mintiendo… no? No sé…

17 de abril de 2009

Last night

Menuda noche la de ayer. Sin palabras. Hacía tiempo que no tenía una noche tan redonda. Cena, baile, desmadre… y una inmejorable compañía, mis compañeros de clase, con los que he compartido estos intensos años en la universidad. ¿Qué más se puede pedir? Yo pediría no tener resaca… pero eso ya es imposible.

Comenzamos con una cena tranquila, en la que prometíamos no salir hasta muy tarde, porque al día siguiente madrugábamos… pero el vino peleón que nos sirvieron, empezó a hacer sus estragos, y brindis tras brindis, los ánimos se fueron caldeando, y las intenciones cambiaron. Cuando salimos de cenar, ya estábamos todos convencidos de quemar la ciudad… en sentido figurado, por supuesto...

Y así fue… de garito en garito, hasta que ya no pudimos más... Bailando, riendo, bebiendo, tirándonos por los suelos, haciendo fotos a cada momento… Lo mejor de todo es que yo llevé la cámara de fotos, pero no hice ninguna… la preste por ahí, de mano en mano, y cuál fue mi sorpresa, que cuando hoy fui a mirar las fotos, había cientos! Yo recuerdo que de vez en cuando saltaba el flash, se hacía alguna foto… pero no que hubiéramos, mejor dicho, hubieran hecho tantas!
Os podría poner alguna aquí… pero es que la mayoría no se las enseñaría ni a mis allegados… os podéis imaginar…

Así que, lo que os decía al principio… fue una noche redonda… y para acabarla por todo lo alto, me pusieron a la gran Amy McDonald, con su This is the life… que no había sonado hasta entonces… Y es que hoy me he levantado sintiendo que mi cabeza ha doblado su tamaño… y pensando que esto es la vida…

And you´re singing the songs
thinking this is the life
and you wake up in the morning
and your head feels twice the size
where you gonna go
where you gonna go
where you gonna sleep tonight

13 de abril de 2009

Hip, hip...

Esta noche tuve un sueño, mejor dicho, una pesadilla, que no se la deseo a nadie… Lo pasé francamente mal, y era tan real y desesperante, que espero no se vuelva a repetir. El sueño en cuestión es que un buen día me dio el hipo… tan simple como eso... pero el problema es que nunca más se me volvió a quitar.

Yo veía mis días transcurrir como en una película… y vislumbraba episodios de una vida imaginaria con el hipo siempre presente: me compraba mi primera casa, hipando; alcanzaba un puesto importante en una empresa puntera, hipando; y tenía un hijo, y yo seguía con el hipo en el paritorio, apretándole fuerte la mano a mi mujer… Vamos, lo que os digo, una auténtica pesadilla! Claro, en mi sueño, apenas dormía, tenía problemas respiratorios, ansiedad y estrés por semejante situación… y una dentadura postiza que con el hipo no paraba quieta en su lugar (no me preguntéis por qué tenía dentadura postiza, sólo sé que estaba…).
Al final me desperté, y ya sin hipo, pude darme cuenta de que todo era un horrible sueño…

Todo ésto se debe a el otro día leí no sé dónde que un hombre se había pasado toda la vida con un eterno ataque de hipo. Y ya se sabe lo que es el subconsciente, que se guarda todas estas cosillas vividas, oídas o leídas, para hacernos pasar un mal rato…

Para los que no sepáis la historia, el hombre del perpetuo hipo fue un americano que vivió durante 70 años, que se dice pronto, con el ataque de hipo más largo que se conozca. Le comenzó en 1922, cuando estaba sacrificando un cerdo (¿castigo divino del dios de los gorrinos? Quién sabe…). El caso es que luego no encontró cura alguna pare su continuo hipo, y tuvo que lidiar con él hasta el día de su muerte, que sucedió en 1991. Él se contentó con hipar “solamente” 20 ó 25 veces por minuto, en lugar de 40 veces, que era lo máximo que había llegado a contar. A pesar de todo, llevó una vida relativamente normal, tuvo esposa e hijos, y el hipo nunca fue un obstáculo… o eso cuenta la leyenda… Igual se intentó suicidar cientos de veces, y el dios de los gorrinos se lo impidió…

En fin, éste fue mi sueño, basado en hechos reales y todo… Tras esta maldita pesadilla, de la que aún no he lograzdo olvidarme, no he tenido ningún ataque de hipo, pero cuando me venga uno, me echaré a temblar…

Hip, hip… Mierda!

10 de abril de 2009

Stop crying...

Ayer me topé de nuevo con una canción que significa mucho para mí. Un temazo de esos que nunca mueren, y que reaparecen en tu vida de vez en cuando para recordarte cosas del pasado. Ahí estaba Stop crying your heart out de Oasis, para transportarme directamente a otra época, a hace tan sólo unos años, pero parece que fue en otra vida...

Y llega en un momento especial... parece que la he vuelto a escuchar cuando más lo necesito. Cuando hay que levantarse, seguir; dejar de preocuparme porque no vea las estrellas en el cielo, porque algún día las volveré a ver...

"Cause all of the stars
are fading away
just try not to worry
you'll see them some day
take what you need
and be on your way
and stop crying your heart out"

6 de abril de 2009

Gran Gran Torino

Hace unos días que pude ver en la pantalla grande, la nueva obra maestra de Clint Eastwood, y aún no había comentado nada. Lo único que puedo hacer es recomendarla fervientemente. Y no es que el título de esta entrada tenga una palabra repetida… es que Gran Torino hace honor a su nombre, y es muy grande!

La historia gira en torno a Walt Kowalski (Clint Eastwood), un veterano de la guerra de Corea, cuya máxima pasión, después de jubilarse, es cuidar de su más preciado tesoro: un coche Gran Torino del 72. Walt vive en un mundo en constante evolución, lo que se vislumbra en su barrio, repleto de inmigrantes. Finalmente, las circunstancias harán que se vea obligado a enfrentarse a sus antiguos prejuicios.

Y vaya si lo hace! Y cómo lo hace! Pues magistralmente, como lo hace todo Clint. Nos regala una interpretación sobresaliente, de quitarse el sombrero, un papel hecho a medida, y que Eastwood lleva a la perfección. Y si la interpretación es estupenda, no se queda atrás en la dirección, con una demostración de sabiduría en cada secuencia, una lección de buen cine que seduce al espectador desde el principio hasta el final.

Gran Torino es un drama sobre el racismo, la inmigración, la intolerancia… pero también habla del amor, la amistad, el dolor y la redención. Es un verídico retrato del amalgama cultural en que vive Walt, una historia sencilla, un relato en ocasiones violento y desesperanzado, pero también repleto de humor. Es un film con destellos cómicos a cada minuto, que hace que veas la película con una constante sonrisa en tu boca, pese a los difíciles temas que trata.

Así que, lo dicho… el mejor Eastwood desde Million dolar baby... y es que no ha pasado ni un lustro, y ya ha vuelto por sus fueros el bueno de Clint, con otra maravilla entre las manos… Tenéis que verla!

2 de abril de 2009

Satisfacción insatisfecha

Estos últimos días no han sido muy animados para mí. Diversas circunstancias en mi vida, distintos hechos a mi alrededor, han hecho que no vea el mundo de color de rosa… Y es que todo se junta y al final… ya se sabe. Habrá que pintar el mundo de colores, a ver si se anima un poco la cosa, pero aún no tengo las pinturas, y el lienzo sigue en blanco…

Pero un mal día, también sirve para reflexionar… y yo en estos días, me he dado cuenta de que la vida es una constante lucha por NO conseguir la felicidad, la incesante búsqueda de la satisfacción insatisfecha. Cuando os explique esta teoría que pasará a los anales de la filosofía, estaréis todos de acuerdo conmigo.

El ser humano, es insaciable por naturaleza, siempre quiere estar mejor. Pero en ese intento de ser felices, sucede realmente lo contrario, y el hombre obra justamente al revés. Ocurre que nos encontramos por el camino con algo que nos dificulta alcanzar la tan ansiada felicidad, hasta el punto de que llega un momento en que casi necesitamos una preocupación, una aflicción o una decepción, para estar felizmente insatisfechos.
Al final, yo creo que es el ser humano, somos nosotros mismos quienes nos ponemos las barreras oportunas para NO llegar al estado de total y absoluta felicidad, y lo hacemos, porque si no, no perseguiríamos nada.

Esta hipótesis me ha venido a la cabeza de nuevo en los últimos días, aunque ciertamente es algo que siempre he pensado. A veces me pregunto si las preocupaciones que me afligen, no serán una mera excusa de mi persona, para mantenerme en la carrera de la búsqueda de la felicidad, y en esa absurda situación de satisfacción insatisfecha, que parece gustarme tanto…
De momento no tengo respuesta…