Yopo usa gafas. Sí, no sé si os lo había comentado alguna vez, o si os lo imaginabais, pero el caso es que no me quedó más remedio que ponérmelas, cuando mi visión se negó a discernir más allá de su irrisorio umbral de percepción.
Desde hace algunos años, mi visión ha ido mermando poco a poco, y el diagnóstico fue claro: Miopía. En un primer momento no me recomendaron las gafas, pues era muy poco lo que tenía en cada ojo. Pero este último año ya me costaba distinguir las señales lejanas en la carretera, e incluso a las personas! xD. De modo que me saludaban desde lejos, y muchas veces respondía sin saber de quién se trataba. Por eso, finalmente, me tuve que comprar unas gafas. Estos son los comienzos de la historia de “Yopo cuatro ojos”.
En poco tiempo me he dado cuenta de que ser un cuatro ojos es muy incómodo. No porque las gafas me molesten, no. La incomodidad radica en llevarlas encima allá donde vayas: Que si me dejé la funda de las gafas en casa, de modo que ya no me las puedo quitar en todo el día, porque vaya usted a saber dónde las dejo. Que si las olvidé en el coche, y ahora las necesito en casa y tengo que bajar a buscarlas al coche, y viceversa... Uf, un rollo patatero... necesitaba una solución.
Y la encontré: Zennioptical.com. Una óptica online! ¿Lo que? ¿Esas cosas existen? Pues resulta que sí, ¡y funciona de maravilla! La encontré por casualidad en un foro, y leí buenas referencias. Por ello me animé a comprar unas gafas de repuesto, ¡online! Esto es el summun de la innovación en el comercio... xD. Es una óptica americana, que tiene unos precios asombrosos, desde ocho dólares las gafas completas, y con una variedad difícil de creer. Solamente tienes que saber las dioptrías que tienes en cada ojo, y la distancia interpupilar (que si no te la han facilitado en tu revisión ocular, te la puedes medir tu mismo) y ya está. Así de fácil. Encargas el modelo de montura que más te guste, eliges los cristales (monofocales, bifocales, antirreflectantes...) y pagas cómodamente con tarjeta de crédito. Los gastos de envío son diez dólares, más caros que algunos de los modelos de monturas, pero es que, aun así, puedes comprarte unas gafas de calidad por un precio de otro siglo. La única desventaja es que no te las puedes probar.
La compra llega a tu casa por mensajería en diez escasos días (me tardaron menos que las que compré en una óptica de a pie), con una funda (que no es nada del otro jueves), y una gamuza, todo en perfectas condiciones. Y no os penséis que la calidad es mala: comparándolas con mis primeras gafas, son similares, y ya se me han caído dos veces y no se han roto... xD. Tan malas no serán...
En definitiva, que si necesitáis unas gafas de repuesto, de buena calidad, y a precios de risa, con esta óptica online no os arrepentiréis. Yo he quedado pasmado, pero también muy satisfecho!