30 de diciembre de 2010

Adiós 2010...

Otro año que se va, nos deja 2010, y es ahora cuando intentamos hacer balance de lo sucedido, del tiempo vivido, y de lo bueno o malo que ha resultado este año. En términos generales no ha sido malo, tampoco excepcionalmente bueno, pero quizás sí mejor que algunos anteriores, en los que hubo momentos tristes que, afortunadamente, en 2010 han brillado por su ausencia.
En este año que ya acaba, muchas cosas han continuado como siempre: Amistadas ya forjadas, complicidad, visitas periódicas, y la familia bien, gracias... Pero sin duda, 2010 ha sido el año en el que otras muchas han empezado, y la mayoría han terminado para siempre.

Tristemente este año ha sido el fin de algo que compartía con mis amigos desde niños, un lugar, un sentimiento... que desgraciadamente ya no no es el mismo. Considero que este ha sido el último año de nuestro particular verano.
También se han esfumado mis ganas de estudiar. Ahí sigo metido, pero por supuesto no con la misma actitud de antaño. Deseando acabar por un lado, pero por otro, deseando que pase lo más despacio posible, para vivir mi último año de universidad al máximo. Puede resultar contradictorio, pero justo así es como me siento.
En 2010 he perdido la inspiración para escribir. Lo bien que me lo paso escribiendo relatos, iniciando historias y dándole vida en mi cabeza, pero lo poco decente que obtengo últimamente, me acabo desesperando! Por eso casi ya no escribo, ni lo intento, porque no es que no tenga ganas, es que no me sale nada!! Esperemos que esta pérdida no sea definitiva...
Y qué más ha terminado este año, a parte de Lost... Pues se ha enterrado más si cabe un deseo, un sueño que ronda por mi cabeza desde hace algún tiempo, que todavía no descarto del todo, pero que ahora es más difícil sacar adelante.

Los finales siempre son duros, ya sean de emociones, de inspiración, o de series de culto... xD. Pero en 2010 también he vivido comienzos prometedores...
Ha sido el año en el que he empezado a circular sobre cuatro ruedas, con mi primer coche en propiedad! El año en el que he recuperado mis ganas de fiesta, como cuando tenía dieciocho años, como cuando aún era joven e inconsciente... jaja. El año en el que he visto un mundo más allá de nuestras fronteras, y me ha dado por viajar... no sólo acercándome hasta Lisboa, sino programando lo que en marzo será el "Eurotrip", el nombre que le hemos dado oficialmente al que posiblemente será el viaje de mi vida, y del que os contaré todos los detalles en unos días. Y finalmente, 2010 ha sido el año en el que mi forma de pensar, de actuar y de dirigir mi vida, ha comenzado a ir por otro camino. No sé si más acertado, pero desde luego, sí diferente. El 2011 me dará o me quitará la razón...

Os deseo lo mejor para el nuevo año!
¡¡Feliz 2011!!

29 de diciembre de 2010

A la rica pannacotta!

Ante las peticiones del post anterior, que requerían que Yopo sacase su faceta de cocinero a relucir, compartiendo con el mundo la receta de la Pannacotta, no he tenido más remedio que convertir mi blog multidisciplinar en uno de cocina. Ahí vamos con la receta!

Pannacotta con salsa de frutos rojos

Ingredientes para 4 personas:

- 1 vaso y 1/2 de leche.
- 1 vaso de nata liquida.
- 4-6 cucharadas de azúcar (al gusto).
- 1 vaina de vainilla.
- 5 hojas de gelatina.
Para la salsa:
- 100 gramos de frambuesas.
- 1 cucharadita de brandy.

Poner la nata y la leche en un cazo a fuego medio. Abrir la vaina de vainilla, rascar los granitos y añadirlos a la mezcla anterior. Agregar las 4 cucharadas de azúcar, si lo queremos un poco más dulce, más azúcar, eso depende de cada uno. Llevar a ebullición lentamente y apagarlo cuando empiece a burbujear.

Previamente habremos tenido las hojas de gelatina en agua fría durante unos minutos, para que se ablanden. Las escurrimos y las añadimos a la mezcla de leche y nata una vez haya hervido, mientras removemos para que se disuelvan. Se vierte el preparado en los moldes, y se mete al frigorífico hasta que se solidifiquen. Los moldes aconsejables son los de silicona, pues se despegan muy bien de ahí, y no hace falta untar los moldes antes.

Para la salsa de frutos rojos, se puede hacer con fresas y/o frambuesas, dependiendo de qué dispongamos. Unos cien gramos de frutas es suficiente. Tan sólo hay que añadirlas junto con una cucharada de brandy y se tritura todo con la batidora hasta obtener una crema suave y homogénea.

Para servir, se desmoldan las pannacottas transcurridas unas cuantas horas, y se echa por encima la salsa de frutos rojos. Si no tenéis frambuesas, fresas, o no disponéis del brandy, como me ha pasado a mi alguna vez, también está bueno con una simple mermelada de fresa, o con sirope de frutas del bosque. Eso a vuestro gusto.

Y voilá! Un postre italiano, riquísimo, pero suave y ligero, que pone el broche perfecto a una estupenda comida o cena! Ánimo, que aún podéis luciros con una rica Pannacotta en estas fechas!


24 de diciembre de 2010

Esta noche es nochebuena...

...y mañana Navidad! ¡Qué ganas de que llegue esta noche tan especial! Probablemente el mejor día del año, o al menos uno de ellos! Porque en estas fechas se vive todo de un modo diferente... ya os he dicho muchas veces que adoro la Navidad, pero especialmente este día sobre todos los demás. Compartir esos momentos con la gente que más quieres, felicitar a tus amigos, ultimar las compras de los regalos navideños, colocarlos bajo el árbol, y después de la cena entregarlos... me encanta el ritual! xD

¿Vosotros cómo vais a pasar esta noche única? ¿Cuál es la tradición en vuestras casas? ¿Y el menú típico? Yo os voy a contar un poco el mío... En mi casa cenaremos:

Entrantes y mariscos:
Volavants variados
Langostinos a la vinagreta
Mejillones
Centollo a la vasca
Zamburiñas a la plancha
Pescado:
Merluza con almejas a la marinera
Carne:
Lechazo al horno
Postre:
Pannacotta con salsa de frutos rojos

Evidentemente, yo no voy a cocinar todo esto, mis dotes culinarias no dan para tanto. Pero sí he contribuido con la pannacotta, que me sale de rechupete, y es muy sencilla de hacer. Así que, el postre corre por mi cuenta!

Espero que paséis la mejor noche de vuestras vidas!!
Feliz nochebuena y navidad! ;)

19 de diciembre de 2010

La semana de la muerte

Así, sin paños calientes. Esta semana ha sido infernal... ya de por sí se hacía cuesta arriba aclimatarse a la rutina tras volver de Lisboa, pero tenía una semana muy poco propicia para tal cometido: jornadas de 8 de la mañana a 8 de la tarde, repletas de clases, prácticas y trabajos que hacer. Además, durante estos días los compromisos sociales y fiestas ineludibles se multiplicaron, por no hablar de la infructuosa búsqueda de regalos navideños, lo que también ha favorecido el ajetreo y la absoluta ocupación de mi tiempo.

¿Y que es lo primero que ocurre cuando se está tan extremadamente agobiado, ocupado y sin tiempo? Pues que quieras o no quieras abandonas el blog. Esa es la única explicación a la desaparición de Yopopolin durante esta semana. Desde que os mostrara esos magníficos relojes Tudor (Me he vendido, sí! xD) no había vuelto por aquí más que un par de veces, y lo peor, no he tenido tiempo tampoco de pasarme por vuestros blogs y al menos ir felicitándoos las fiestas y el año nuevo! Que ya va siendo hora de hacerlo, porque sino luego
felicitamos a destiempo...

Lo peor de todo esto es que la situación no mejora. Previsiblemente hasta el miércoles 22 estaré sin estar, y seguiré tan agobiado como esta semana que hoy termina, con un poco más de tiempo libre, pero que acabará siendo empleado en tareas non gratas igualmente. Es lo que toca. Al menos ya no queda nada para la navidad, y eso me reconforta. Así que aprovecho esta entrada miscelánea, cuyo principal objetivo era dar explicaciones a mi fieles lectores, para felicitar las fiestas a todo el que se haya molestado en leer hasta aquí! xD

¡¡¡Feliz navidad amigos!!!

15 de diciembre de 2010

Ideas para regalar...






 



Tudor.



Me encanta regalar, buscar detalles para mis familiares y amigos, y ver sus caras al abrirlos... A veces son caras de satisfacción absoluta, y otras son una media sonrisa acompañada de un austero gracias, que quiere decir que una vez más hemos fallado con el regalito de marras... Pues bien, si estas navidades no queréis fracasar con la elección, ahí va una propuesta: Los nuevos relojes Tudor, con ellos seguro que al abrir la caja todo son caras de alegría!



La nueva colección de relojes Tudor no deja indiferente a nadie. Elegantes pero juveniles y modernos al mismo tiempo, son la elección perfecta para sorprender a cualquiera en estas fiestas. Además yo creo que los relojes Tudor son algo más que un simple aparato para marcar la hora. Porque son tan diferentes, que al elegirlos como compañeros de muñeca, dicen mucho de nosotros, de nuestro estilo de vida, de nuestra personalidad... Y todo eso en un reloj!



Aún hay más, y es que los nuevos relojes Tudor puedes configurarlos a tu gusto! Puedes elegir la esfera, la correa, y combinarlos de distintos modos hasta obtener el reloj que mejor se adapte a ti. Desde luego que yo esto nunca lo había visto, pero me encanta. A parte del estilo que derrocha, y la fuerza del diseño, están aseguradas la calidad y las prestaciones. Tudor es una marca de garantía, con historia y renombre, que viene ofreciendo lo mejor desde 1946.



Ahora lo único que tenéis que hacer es decidiros por un modelo. Cosa difícil por otro lado, porque las nuevas colecciones Tudor Sport y Tudor Glamour nos ofrecen un amplísimo abanico de posibilidades. Desde los modelos más deportivos,  como "Tudor herritage sport", marcadamente joven y dinámico, pasando por los modelos más vintage y retro, como el "Tudor glamour date". Como las imágenes hablan por sí solas, os voy a dejar unas cuantas para que os enamoréis de los nuevos Tudor! Cualquier opción será más que acertada.





Tudor







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13 de diciembre de 2010

Aventura portuguesa...

Ya estoy aquí después de cuatro días visitando a nuestros más cercanos vecinos, y sin embargo unos completos desconocidos para mí. Por lo poco que he visto, Portugal es otro mundo, diferente mentalidad y costumbres, a pesar de que compartimos península. Así como cuando volví de Alemania no tuve reparos en afirmar que nos daban mil vueltas en casi todo, con Portugal es justo lo contrario. Lisboa es una ciudad bellísima, bohemia y encantadora como pocas, idílica para visitar y empaparte de sus vistas, texturas y aromas. Sin embargo, no me gustaría vivir en ella, prefiero el ambiente de España.

En cuanto a los vuelos, mi mayor miedo eran los controladores, pero ningún problema en la ida, y tampoco a la vuelta, así que no pudo empezar de mejor forma. El hotel también bien, limpio y céntrico. Y la cuidad, pues hermosa. Grande, pero recogida al mismo tiempo. Con cientos de callejuelas que merece la pena patear, con innumerables y desconocidos monumentos, a cada cual más llamativo. Una ciudad empedrada de arriba abajo en adoquines blancos y negros, sucia, pero inexplicablemente atractiva. Será por los tranvías amarillos, por las fachadas desconchadas, o por darte la impresión de que se detiene el tiempo cuando la observas.

Han sido unos días muy intensos, pues hemos aprovechado al máximo para poder verlo todo. Nada más llegar la plaza Marqués de Pombal nos dio la bienvenida. Nuestro hotel quedaba cerca, y tras dejar las maletas bajamos hasta la plaza de Restauradores, la del Rossio y Figueira. A cada cual más bella. Nos adentramos en la Baixa, recorrimos la calle comercial y nos subimos al elevador de Santa justa, un antiquísimo ascensor que comunica la Baixa con el barrio de Chiado, y que ofrece unas vistas de la ciudad inigualables. Desembocamos en la Plaza del comercio, una enorme explanada con vistas al mar, bueno, al río Tajo mejor dicho...
Ese primer día también lo dedicamos a Alfama, el barrio más antiguo encaramado a una de las 7 colinas de Lisboa, con calles estrechísimas, ropa tendida en las fachadas, con el Castelo de San Jorge en todo lo alto, y decenas de tranvías subiendo y bajando entre los coches...

Haciendo caso de las recomendaciones, el segundo día fuimos a Sintra. Cogimos el cercanías en la estación del Rossio, y nos plantamos en la maravillosa villa de Sintra en media hora. Subimos hasta el Palacio da Pena, y con un tiempo de pena... xD. La niebla en lo alto de la montaña no quiso dejarnos ver la majestuosidad que se intuía. Incluso con las inclemencias del tiempo en nuestra contra, nos pareció maravilloso. Un poco más abajo está el Castelo dos mouros, enclavado en una especie de jardín botánico cuya desmesurada vegetación impresiona. Descendiendo a pie por un camino de piedras se llega de nuevo al centro histórico de Sintra donde pudimos disfrutar también del Palacio real y del Palacio da regaleira. No me extraña que todo sea patrimonio de la humanidad, con tanto arte por metro cuadrado.
Acabamos el día acercándonos al Cabo da Roca, punta más occidental de Eurasia, donde sobrevivimos al viento de forma inexplicable. Después hicimos la conexión con Cascais, para volver en tren a Lisboa.



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El último día lo reservamos a Belem, con la torre de Belém en primer lugar, el monumento a los descubrimientos, y el Monasterio dos Jerónimos. La torre y el monasterio los visitamos también por dentro, y mereció mucho la pena, en especial el claustro del Monasterio dos Jerónimos, sin duda el más bello que he visto nunca. Tras probar los Pasteis de Belem y enamorarme de ellos, decidimos cruzar el Tajo en ferry, y acercarnos a la ciudad vecina de Almada, donde está el Cristo Rey. Desde allí las vistas de Lisboa, y del puente 25 de Abril, muy similar al Golden gate de San francisco, son impresionantes.
Finalizamos el día y el viaje, en el Parque de las naciones, con la colosal estación de oriente de Calatrava, y el inmenso centro comercial Vasco da Gama en el que aprovechamos para comprar y cenar.

Al día siguiente ya no dio tiempo a más, pues cogimos temprano el vuelo a Madrid. Y se acabó lo bueno. Me va a costar mucho volver a la rutina... pero lo intentaré pensando que en unos meses me voy de nuevo a recorrer Europa, a destinos mucho mas fríos y septentrionales... ;)

5 de diciembre de 2010

León - Madrid - Lisboa

Me voy de puente! Hace un mes lo anunciaba, y por fin esta noche salgo hacia Madrid, confiando en que el problema de los controladores esté resuelto definitivamente, y si nada lo impide, mañana temprano pondré rumbo a Lisboa. Serán tres días dedicados al total disfrute de esa ciudad que tanto promete.

Es extraño, jamás había tenido tantas ganas de escaparme, y hoy siento una rara mezcla de emoción y nerviosismo, de ilusión y entusiasmo, como nunca antes.
Lisboa siempre había estado ahí, pero mis ojos nunca se habían fijado en ella. Fue ver unos billetes baratos, y darme cuenta de todo lo que tiene que dar al visitante. Acerté comprando los vuelos, pues pudiéndonos haber ido ayer, al final decidimos volar el lunes y volver el jueves, para evitarnos toda la aglomeración de la salida del puente. Santa decisión! Bueno, eso espero, porque hasta que no despegue el avión, conmigo dentro, no me lo creeré del todo...

Según me han dicho, Lisboa es una ciudad pequeña, bien comunicada y asequible para ver en poco tiempo, incluso a pie. Tenemos idea de no dejarnos nada de la parte antigua de la ciudad, patearnos sus empedradas calles, subirnos a alguno de esos históricos tranvías, acercarnos al parque de las naciones, y por supuesto no me olvidaré de visitar Sintra, esa pequeña joya medieval situada en medio de un parque natural, y declarada patrimonio de la Humanidad.

De modo que si alguien ha estado recientemente, o recuerda algún dato de interés, le estaré muy agradecido. Toda ayuda o recomendación es poca. Por lo pronto, creo que me voy a hacer el equipaje, que estos momentos de euforia pre-viaje, no se pagan con dinero, xD. A la vuelta espero traer la maleta a rebosar, de recuerdos, momentos, e historias que contar.
Presiento que va a ser inolvidable.

3 de diciembre de 2010

The butterfly circus

Ya no hay vuelta atrás. Me puedo autoproclamar como uno adicto a los cortometrajes sin remedio. Últimamente encuentro mayor satisfacción en los cinco o diez minutos que dura un corto, con una gran historia que contar, sin minutos de relleno, llena de matices... que en un film de hora y media que podría haberse visto en diez minutos sin problema.

Hace ahora justo un año que os hablé de Sebastian´s voodoo, o de cualquiera de los magníficos cortos de Pixar. Menos tiempo aún desde que me maravillé con La maison en petits cubes, una obra maestr con Oscar incluido, que parece ser que gustó a todos... Pues bien, hoy vengo con una historia de superación, de lucha, de valores, de reflexión pausada sobre la sociedad. The butterfly circus es todo eso y mucho más. Solamente necesitáis veinte minutos de este fin de semana para descubrirlo, y emocionaros. Buen puente! ;)


1 de diciembre de 2010

Corazón con alma de metal

Intenté hacer una estrella, como preludio inequívoco de navidad. Pero inconscientemente, resultó ser un corazón con alma de metal. Te lo regalé con una sonrisa, y tu respondiste de igual modo. Di por hecho que lo tirarías en el primer contenedor amarillo que encontrases, pero me equivoqué. Porque ayer lo vi sobre tu mesa, intacto y resplandeciente, como si realmente fuera algo importante en tu vida...

Y sí, por si no te has dado cuenta, esto va por ti.