12 de marzo de 2015

Batallitas de aeropuerto...



Hace un año aproximadamente estaba volviendo de Polonia. Ese país que me enamoró sin esperarlo, que me marcó mientras paseaba por sus calles sin apenas darme cuenta. El regreso a casa fue más largo y accidentado de lo normal. Lo tuvimos que hacer vía Barcelona, porque es donde encontramos vuelos low cost desde Varsovia, y así aprovechamos para darnos una vuelta por la ciudad condal. El problema fue que llegamos al aeropuerto de El Prat casi a media noche, y nuestras mentes pensantes decidieron ahorrarse una noche de hotel en Barcelona y dormir en el aeropuerto. Hubiera sido todo más fácil si hubiésemos utilizado nuestro propio vehículo y lo hubiéramos dejado en el parking aeropuerto de Barcelona. Como ya os comenté con anterioridad, ahora la opción del aparcamiento en el aeropuerto la valoramos siempre en cada viaje, porque es cómodo, sale muy bien de precio reservando online, y puedes llegar y evitar largas esperas por un tren o un autobús. Y precisamente, ese fue nuestro caso...

El año pasado al regresar de Polonia no valoramos usar el parking y cogimos el primer tren de regreso a casa que salía desde Barcelona-Sants. ¿Y a qué hora era? ¡A las 12 del mediodía! Este hecho nos permitía tener el tiempo suficiente para desayunar en Barcelona bien temprano y darnos una vuelta por el centro de la ciudad, ya que hacía varios años que no estábamos en la capital catalana. Había que aprovechar las pocas horas que nos quedaban. El inconveniente no era otro que la eterna noche en vela que teníamos por delante en el aeropuerto de Barcelona. Nuestros jóvenes y lozanos cuerpos no pensaron en el cansancio acumulado o la incomodidad de hacer noche tirados por la terminal. Nos temíamos lo peor.

No obstante, después de todo, no fue ni tan cansado ni tan aburrido. Aterrizamos en Barcelona procedentes de la capital polaca alrededor de la medianoche. Salimos de la terminal y decidimos ir a cenar, así pasaríamos una buena parte de la noche. Lo malo es que casi todo estaba ya cerrado en El Prat, una lástima. Entre lo poco que quedaba abierto escogimos Pans&Company y nos comimos unos bocadillos tranquilamente. Se acercaba la hora de dormir, o al menos de intentarlo. Buscamos entonces unos asientos confortables y apartados, aunque a esas horas ya no había mucho tránsito de pasajeros.

El primer intento de dormir fue fallido, porque nos encontramos con muchos otros viajeros que llegaban a la 1 y las 2 de la madrugada a esperar los vuelos mañaneros de las 5 y las 6 de la mañana. Al contrario que nosotros, que solamente queríamos un techo en el que guarecernos hasta que abriera el tren de cercanías para llevarnos al centro de Barcelona. Mi amigo enseguida se traspuso, pero a mí me fue imposible dormir, así que tablet en mano me dediqué a ver películas y series. Varias. Muchas. Seguidas. Y lo creáis o no, para un seriéfilo como yo, el tiempo pasa muy rápido de este modo.

La anécdota de la noche llegaba en torno a las 3 de la madrugada, cuando unos agentes de seguridad nos pidieron la documentación. Al parecer, como el aeropuerto no deja de ser un lugar público, hay muchos sin techo que pasan la noche en las terminales de El Prat. Muchas veces hacen la vista gorda, y en otras ocasiones los desalojan pidiéndoles la identificación y una tarjeta de embarque que obviamente no tienen. En nuestro caso, tal vez tras una semana de viaje ya teníamos aspecto de vagabundos, o quizás el tener las maletas al lado no era suficientemente significativo para los agentes, o simplemente tenían ganas de hablar con alguien. La realidad fue que allí se presentaron, dando las buenas noches, y pidiéndonos el DNI y una tarjeta de embarque.

Fue el momento más peliagudo de la noche, porque no encontrábamos las tarjetas de embarque de nuestro vuelo procedente de Polonia. Obviamente, mi amigo se despertó, y entre los dos intentamos localizar las tarjetas de embarque, que no eran más que folios impresos de Ryanair. Como no las encontramos, yo le expliqué la situación a los agentes, que nuestro vuelo había llegado tarde y solamente estábamos esperando al primer tren de cercanías que nos llevara a la ciudad. Fue suficiente. Se fueron y nos dejaron seguir con nuestra noche en vela tirados en el aeropuerto.

Ya casi amaneciendo abrió la estación del tren de cercanías y cogimos el primero que salía, para que nos diera tiempo a desayunar y a dar un paseo sin prisas por Barcelona. Lo mejor de todo esto ya ocurrió en la estación de Sants, en el momento de embarcar en el tren que nos llevaba de vuelta a casa. Haciendo cola para subir al tren, el empleado de turno de Renfe me pidió el billete, yo saqué del bolsillo el papel y se lo entregué. Su cara de estupefacción ya me dio mala espina, y sus palabras me lo confirmaron: "Caballero, esto es una tarjeta de embarque de Ryanair".

22 de febrero de 2015

¿Quién triunfará en los Oscar 2015?

Los Oscar 2015 llegan con un poco de adelanto, pero como siempre no podía faltar la quiniela correspondiente en este blog. ¿Y quién ganará este año? He ahí la pregunta de siempre, de difícil y sencilla respuesta al mismo tiempo; porque aunque parece que está todo bastante claro una vez mas, cualquier cosa podría pasar. Personalmente no encuentro ninguna película inolvidable entre las nominadas, de las que al terminar de verla puedas decir que merece la estatuilla más que ninguna otra. Son películas notables, pero que no pasarán a la historia del cine, siempre bajo mi subjetivo parecer, claro está. Existen posibilidades para varios films, y en el resto de categorías la cosa parece estar más clara, pero analicemos la lista completa de nominados y apostemos por los ganadores. ¿Quién se apunta? 

MEJOR PELÍCULA: Este año solo he visto cuatro de las ocho nominadas. 'El gran Hotel Budapest' y 'La teoría del todo' me gustaron, pero destacan más algunos aspectos del film que el conjunto en sí. Por eso parece claro que las dos grandes apuestas de este año son 'Birdman' y 'Boyhood'. La última de Iñárritu la fui a ver al cine y salí pensando que es la película más sobrevalorada de la década. Un 'sin más' bastante grande que se deja ver, que entretiene, pero que no acaba de enamorar. Apuesto por 'Boyhood' este año, por el esfuerzo creativo que ha supuesto, y porque es una buena película. 

MEJOR DIRECTOR: Para mí el ganador es Richard Linklater por 'Boyhood', ya que rodar una historia durante trece años es un mérito increíble que merece ser premiado. También está la eterna deuda de la academia con un director más que solvente que tiene otras muchas obras mayores en su filmografía. No obstante, si alguno puede aguarle la noche a Linkater es sin duda Alejandro González Iñárritu. Veremos qué pasa. 

MEJOR ACTOR: Pocas dudas tengo en lo que a actor principal se refiere. El papelón que se marca Eddie Redmayne en 'La teoría del todo' interpretando a Stephen Hawking es de los que da sentido a la palabra 'unanimidad'. Increíble lo que hace este chico durante más de dos horas, más que actuar lo vive y lo experimenta, sin duda un logro artístico que merece la estatuilla esta noche. Suenan también Keaton y Cumberbatch, pero creo que el Oscar irá para Redmayne. 

MEJOR ACTRIZ: Una de mis actrices favoritas tiene todas las papeletas para llevarse el Oscar a casa en esta ocasión. Es la siempre solvente Julianne Moore, que en 'Siempre Alice' debe estar magnífica, aunque no he tenido el placer de verla. También parece claro que el triunfo será de ella porque ha estado nominada muchas veces y nunca se lo ha llevado. Otra de esas deudas que esta noche serán saldadas.  

MEJOR ACTOR SECUNDARIO: Una categoría bastante abierta a priori, en las que hay tres claros candidatos. Edward Norton borda el mejor personaje de 'Birdman'. Ethan Hawke demuestra una vez más ser un gran actor en 'Boyhood'. Pero para mí el que ganará esta noche es J.K. Simmons por hacer de temido profesor de música en 'Whiplash'.

MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA: Esta categoría parece que será una de las que pase a engrosar el palmarés de 'Boyhood' en caso de llevarse el Oscar a Mejor película. Mi apuesta es Patricia Arquette, que está más que correcta en el film de Linkater. No obstante, lo mismo podría ocurrir con Emma Stone en 'Birdman', y podría ser ella la que se alce esta noche con el preciado Oscar.

MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN: ¿Y qué hay de las pelis animadas? Pues este año destaca a mi parecer 'Big hero 6' sobre todas las demás. Vi la película la semana pasada y me encantó. Me enamoré de un adorable robot inflable, sin duda uno de los mejores personajes de la historia de la animación. De no ganar la última creación de Disney, tal vez sea 'Como entrenar a tu dragón 2' la vencedora, pero para mí es muy inferior a la primera parte, así que apuesto por 'Big Hero 6'.

Y hasta aquí las predicciones de este año en las principales categorías. ¿Y vosotros quién creéis que triunfará? Ya no queda nada para saberlo, y esta noche el misterio será desvelado. ¡Una de mis noches favoritas del año!

5 de enero de 2015

Hacia el próximo destino...

Como todos sabéis el punto de partida de mis viajes suele ser Madrid. El aeropuerto de Barajas se ha convertido en la casilla de salida de cada nueva aventura, dado que se trata del aeropuerto con mayor oferta de vuelos y además hay buenas comunicaciones con León, mi ciudad. El próximo viaje que tengo en mente también comenzará en Barajas, después de un trayecto en coche de tres horas y tras dejar el vehículo en el en el parking del aeropuerto de Madrid. Utilizar este aparcamiento es una opción muy cómoda que nunca he comentado, pero que sale bien de precio y te permite llegar al aeropuerto o salir de él sin estar pendiente de otras conexiones en tren o autobús, y por tanto evitar el riesgo de perderlos si el vuelo se retrasa.

Conozco todas las terminales del aeropuerto de Barajas, y sigo prefiriendo la T1. En esta terminal operan las compañías low cost Ryanair y EasyJet, que suelen ser mis aliadas durante mis viajes. Se trata de una terminal accesible en la que es difícil perderse y muy fácil encontrar todos los servicios. Es cierto que la majestuosidad de la T4 impresiona a primera vista, pero aunque suele estar semivacía, siempre se tarda más en acceder y muchas veces implica recorridos de más de 10 minutos caminando.

Para mi próximo viaje voy a confiar de nuevo en Ryanair, porque nunca he tenido problemas con esta compañía y siempre ha llegado puntual. Solo hay que asegurarse de cumplir estrictamente con sus condiciones de viaje, como en cualquier servicio. Dentro de unos meses pisaré otra vez la T1 de Barajas y me subiré a un avión de Ryanair para poner rumbo a Budapest. La capital de Hungría se considera la ciudad más hermosa a orillas del Danubio. Es una ciudad monumental que surgió como resultado de dos poblaciones, Buda y Pest. La riqueza cultural y la oferta turística son desbordantes en esta urbe que cada vez tiene más cosas que ofrecer. Además, los precios en Hungría siguen siendo muy económicos, así que se convierte en un destino perfecto que ya estoy deseando descubrir.

Uno de los lugares que no hay que perderse de Budapest es su parlamento, de los más grandes y bellos del mundo. Es un complejo arquitectónico al lado del Danubio que se ha convertido por méritos propios en el símbolo de la ciudad. Pero Budapest tiene mucho más que ofrecer, lugares tan icónicos como el Puente de las Cadenas, y rincones que bien merecen una visita como el Bastión de los pescadores y la Plaza de los Héroes. Además es la ciudad de los Balnearios, muchos de ellos públicos, ya que brotan cientos de manantiales de aguas termales en esta zona.

Pero, ¿cuál es la mayor ventaja de volar a Budapest? Pues que está muy cerca de otras capitales imperiales, ciudades centroeuropeas a las que nos podemos acercar en tren o autobús. Mi idea es ir también a Viena y a Bratislava, las capitales de Austria y Eslovaquia respectivamente. En cuestión de dos o tres días se pueden hacer sendos recorridos por estas ciudades y completar así un viaje perfecto e inolvidable por el corazón de Europa. Muchos turistas aprovechan para hacer el combinado Budapest, Viena y Praga, pero la capital de República Checa ya está más a desmano, y prefiero centrarme en conocer bien las ciudades que os comento.

Creo que es un buen plan para comenzar el año, aunque aún queda planificar toda la ruta, comprar los billetes de avión, reservar los hoteles, elegir los transportes entre las distintas ciudades, adquirir las entradas a monumentos con antelación para conseguir descuentos, y reservar el parking del aeropuerto. Como veis, queda mucho por hacer hasta que llegue el día de viajar a un nuevo destino europeo. Un destino que al menos ya está elegido, y que por ello me llena de ilusión en este inicio de año, al tener en el horizonte otro viaje que se antoja inolvidable. Si alguno de vosotros ha estado en Budapest, en Viena o en Bratislava, o tiene alguna recomendación relativa a los vuelos, hoteles, trenes, aparcamiento o comidas, no dudéis en comentar, porque siempre se agradece cualquier información de primera mano.

¡Nos vemos por el mundo!

3 de enero de 2015

Los viajes olvidados

Mis últimas andanzas viajeras de las que tenéis constancia fueron durante los primeros meses del año. Concretamente os hablé de la inesperada Polonia que surgió de la nada para convertirse en uno de mis destinos favoritos europeos. También os hablé de mi inminente visita a Ámsterdam, y a toda Holanda en general, gracias a una ruta a medida por los paisajes y ciudades más acogedores del país de los tulipanes.

No obstante, aún me quedan algunos viajes de los que hablar, los viajes olvidados de este 2014, los que aún no os he contado. Y es que al no estar al cien por cien con el blog, no me acuerdo de hacer los correspondientes resúmenes de los lugares visitados, y las pertinentes recomendaciones que luego siempre están muy bien cuando se viaja a dichos destinos.

Tras Holanda, el siguiente viaje que planeamos fue a Dublín. Como siempre, surgió un poco por las circunstancias, con la idea de ir a visitar a una amiga que iba a hacer un curso de inglés. El hecho de que Ryanair tenga allí su hub y los vuelos casi los regalen también tuvo mucho que ver. Y la verdad es que este corto pero intenso viaje a Irlanda mereció mucho la pena, puesto que no tenía grandes expectativas del país, y me sorprendió gratamente. Dublín no es una ciudad especialmente monumental, pero desde luego que es uno de los lugares donde más partido sacan a lo poco que tienen. Es una ciudad acogedora y con mucho ambiente, que vive de la Guinness y de los pubs irlandeses, una ciudad abierta, amable y divertida. Además, cuenta con algunos sitios de visita obligada como el Trinity College, cuya biblioteca es la más bonita que he visto nunca, te deja sin palabras. También tiene muchos museos para saber más de la historia de Dublín, para conocer el proceso de fabricación de la cerveza Guinness o del whiskey Jameson. Por no hablar de las catedrales y sus avenidas comerciales, entre otros atractivos.

Además, en este corto viaje pudimos descubrir también la Irlanda más verde. Contratamos una excursión de un día a los Acantilados de Moher, los mas famosos del país, que han sido el escenario de películas y series, por ejemplo de alguna de las de Harry Potter. Esta ruta guiada fue de lo que más nos gustó, porque además pudimos ver el castillo de Dunguaire que es el más fotografiado de Irlanda, y ver paisajes imposibles como los del parque nacional del Burren, que parece sacado de otro planeta. Sin duda fue la guinda perfecta de un pastel que nos supo muy bien a todos, incluido a mi amigo Shinichi, insigne bloguero, ingeniero y locutor, que también se apuntó a este viaje.

Después de Irlanda fui de nuevo a Alemania en diciembre, tras enamorarme el año pasado de Baviera en Navidad. Elegimos Bremen y Hamburgo como destino para hacer otra visita a una exiliada que vive allí. Pillamos días de frío pero no de nieve, y pudimos disfrutar a tope de lo especial de la Navidad en esta parte de Europa. Hamburgo y Bremen son dos ciudades muy distintas, una grande e industrial, otra pequeña y monumental, pero en ambas se vive el ambiente navideño de una manera increíble. Los músicos de Bremen estaban por todos lados, pero también las salchichas típicas alemanas que nos supieron a gloria, las ricas cervezas de la región, los puestos de comida callejera, las galletas de jengibre, y las luces que iluminan las ciudades en esta época como en ninguna otra. 


Mis viajes olvidados de este año han sido al mismo tiempo inolvidables. Sirvan estas pequeñas pinceladas para todos aquellos que deseen ir a estos lugares, pero si necesitáis más información no dudéis en contactar conmigo. Pronto tendréis más noticias mías en este aspecto, porque ya hay próximos destinos a la vista...